Valencia (06.04.06).- Favorecer la prevención de los incendios es una de las claves para solucionar el problema del fuego en los bosques ya que de lo contrario las consecuencias para los individuos son imprevisibles, tal y como han destacado los participantes en la mesa redonda “Experiencias y secuelas de los incendios forestales”, organizada hoy por el Consell Valencià de Cultura (CVC). Los expertos también han indicado que la educación ambiental es necesaria para evitar estas catástrofes.
El alcalde de la población valenciana de Serra, Xavier Arnal Gimeno, ha abierto el turno de intervenciones y ha afirmado que la prevención “es la asignatura pendiente y no se puede afrontar si no hay un estudio previo de las causas ligadas al incendio”. Una de las medidas que ha destacado es la inclusión de un programa de silvicultura preventiva “para que se permita controlar el incremento de la combustibilidad de las masas forestales”. El ayuntamiento de Serra, según ha explicado Arnal, cuenta con un Plan de Quemas, realiza estudios sobre la eficacia de los cortafuegos y “está a favor” de la activación de este tipo de iniciativas relacionadas con la silvicultura.
A continuación, el divulgador científico y periodista Manuel Portolés ha comentado en su intervención que coincide con la afirmación del fiscal de Medio Ambiente del Tribunal Supremo, Antonio Vercher, quien en su conferencia dentro de las jornadas de Prevención de Incendios Forestales del CVC dijo que “la mejor educación ambiental es la que sirve para evitar el fuego”, en referencia a la prevención. Por otra parte, Portolés se ha referido al fenómeno de la presencia de espectadores en un incendio, hecho que “hace que los caminos y cortafuegos se llenen de coches y dificulten las tareas de extinción. Es importante la concienciación de los ciudadanos ya que, aunque están muy preocupados por el fuego, su participación en la prevención y extinción es escasa”.
Finalmente, el director del Departamento de Investigaciones Científicas de los Incendios Forestales de la Universidad de Coimbra (Portugal), Luciano Lourenço, ha destacado la necesidad de “dar continuidad a los programas de prevención” para que esta sea efectiva. En Portugal, en los últimos dos años, se ha incrementado de forma alarmante el número de incendios y de superficie quemada. El problema, según Lourenço, radica en que “los conatos se resuelven pero la falta de vigilancia hace que los fuegos se reaviven y quemen mayores extensiones de bosque. El incendio de Coimbra, que en 2005 arrasó un total de 12.417 hectáreas, es una muestra de la gravedad del problema”.