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Valencia (12.09.2007).- “Todos ustedes saben que el cardenal Enrique y Tarancón fue en sus últimos años uno de los miembros más destacados de esta institución. Su muerte acaeció cuando todavía formaba parte de la misma. Así pues, está claro que el Consell Valencià de Cultura no podía dejar de participar en la conmemoración del primer centenario de su nacimiento”. Con estas palabras Santiago Grisolía, presidente del CVC, ha presentado, esta tarde, la mesa redonda que ha analizado la importancia histórica del cardenal Vicente Enrique y Tarancón. El acto ha tenido lugar en la sede de la institución consultiva y ha sido organizado con la finalidad de conmemorar el centenario del nacimiento del cardenal.
Grisolía ha dicho que los que tuvieron ocasión de conocer a Tarancón y tratarlo “piensan que fue un hombre fuera de lo común. Hay muchas personas buenas, y hay muchas personas inteligentes, y él era ambas cosas, pero hay pocas personas que podamos calificar de grandes, y nuestro cardenal era una de ellas”.

Por su parte Rafael Sanus, obispo auxiliar emérito de Valencia, ha recordado al cardenal como un buen cura y un hombre de iglesia. “Tarancón tuvo una preocupación obsesiva por la reconciliación de todos los españoles y su actitud tuvo influencia inmediata en el futuro de España” ha señalado Sanus. También ha dicho del Cardenal que fue un valenciano “químicamente puro”, es decir, extrovertido, con gran sentido del humor, barroco, y un conversador extraordinario. El obispo auxiliar ha destacado que Tarancón no era un intelectual ni un teólogo “era inteligente y un pastor de la iglesia”. Finalmente ha dicho que fue un maestro de la historia, un ejemplo a segur por su honradez y nobleza y “demos gracias a Dios por el don del cardenal Tarancón para España”.

El director de la revista SAÓ, Emili Marín ha dicho que el cardenal participó activamente en la apertura de la iglesia pero que esta etapa se cerró pronto y que todo lo que hacía referencia a Tarancón “fue dejado de lado”. “En este momento el cardenal y su espíritu nos hace mucha falta, su ilusión ante la vida, su esperanza y su solidaridad. Su figura y los valores que representa tiene mucho futuro” ha señalado Marín.

Vicente Montes, magistrado del Supremo y ex miembro del CVC, ha loado la figura del cardenal desde el punto de vista de la amistad que les unió a partir de los encuentros en el CVC. “No quiero hacer historia, quiero hacer memoria de un pastor, de un humanista que poseía una gran capacidad para percibir la realidad”. Montés ha dicho que tuvo como gran aportación su participación en el Concilio Vaticano II del que surgió una nueva manera de ser de la iglesia.