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Valencia (23.05.03).- El Consell Valencià de Cultura se suma a la pública repulsa que merecen la pena de muerte y los castigos corporales, degradantes y crueles, que algunos tribunales inflingen reiteradamente en Nigeria, y exige que cesen de inmediato estas prácticas crueles por delitos comunes, amparadas bajo una supuesta tradición religiosa.

Al menos en doce estados del norte de Nigeria se aplica la Shari’a, la ley islámica, por medio de tribunales populares de primera instancia que tienen la potestad de decretar la pena de muerte por adulterio y otros delitos sexuales, y de aplicar castigos corporales inhumanos y mutilaciones por delitos comunes. Como consecuencia de esta ley, en octubre de 2001 Safiya Hussani fue condenada a la lapidación, en el estado de Sakoto, acusada de adulterio. La movilización internacional evitó que se cumpliera la condena.

Actualmente existen otras cinco condenadas a muerte entre las que se encuentra Amina Lawal también acusada de adulterio, que corre el peligro de ser lapidada.

El CVC, que ha recibido de las Cortes Valencianas el encargo de velar por la defensa y la promoción de la cultura, deplora el olvido, la marginación y el sufrimiento en que se ven sumidos los más débiles, a manos tanto de los poderes públicos como de los particulares, y expresa su ferviente deseo, en nombre de la paz y la solidaridad mundial, de que los derechos más elementales de los seres vivos y los seres humanos, en particular los de las mujeres y niños, sean respetados. Manifestamos también nuestra repulsa ante la pena de muerte y a todo tipo de violencia de género.