Desde hace tiempo es conocida la preocupación del Consell Valencià de Cultura por el tema de los incendios forestales, que se ha traducido en la organización de actos, jornadas, concursos y otras actividades, y notablemente en la publicación de un Estudio sobre medidas para evitar o paliar los incendios forestales, de febrero de 2004. Desde entonces, el problema no solamente no ha disminuido, sino que parece que va en aumento. En consecuencia, el CVC decide hacer público el presente comunicado.
Es un hecho comprobado que la grande mayoría de los incendios forestales (hasta un 90 % según algunas fuentes) son provocados por la acción humana, por imprudencias o por negligencias.
Además, están los incendiarios, tanto enfermos mentales como, simplemente, criminales. En cuanto a los segundos, creemos que la gravedad de su crimen debe medirse por la intencionalidad y la magnitud de las consecuencias.
Cualquier incendio forestal, aunque sea de dimensiones reducidas y se sofoque pronto, tiene importancia porque destruye los ecosistemas. Pero cuando, por la razón que sea, un incendio forestal es de grandes proporciones, se convierte en un acto criminal por causa de los daños producidos a las personas que sufren su consecuencias directas, como la muerte, lesiones, pérdida de sus propiedades o desalojo forzoso de sus domicilios, sólo por el hecho de habitar en zonas afectadas por el incendio.
Por otro lado, las consecuencias de un gran incendio forestal no aparecen sólo a corto plazo, sino que también son evidentes a largo plazo: Alteraciones graves en el paisaje, pérdida de puestos de trabajo y, sobretodo, degradación del suelo quemado y modificaciones fraudulentas de su el uso con el consiguiente trastorno en el equilibrio social de las áreas afectadas. Todo eso por no hablar del proceso de desertización del planeta y sus efectos sobre el cambio climático y el calentamiento global.
Por todo eso, el CVC sugiere a las autoridades competentes que consideren la posibilidad de incluir los incendios forestales provocados de manera criminal que tengan graves consecuencias en la lista de delitos considerados crímenes contra la humanidad o similar, y sugerir que sean entendidos como un ataque a la población civil, y juzgados, cuando corresponda, por un tribunal penal internacional.
Al mismo tiempo el CVC pide a las instituciones y a los tribunales de justicia medidas y actuaciones para que se castigue a los autores, directos o indirectos de incendios, con el máximo rigor, y en los casos graves con penas equiparables a las que corresponden por actos de terrorismo.
Valencia 3 de septiembre de 2007