Restaurado en el año 2000 para ser la sede del Consell Valencià de Cultura, el Palacio de Forcalló es una típica residencia señorial de estilo academicista, construida en 1864 en uno de los entornos histórico más característicos de Valencia. Se trata de un edificio exento, de dos alturas y planta poligonal ordenada «a la romana», con un espacioso vestíbulo-corredor entre el portal de la calle y la amplia puerta diáfana sobre el jardín posterior. La fachada se ordena con un eje central coincidiendo con el de la puerta y ventanas de parte a parte acabadas con arcos escarzanos. Un suave almohadillado contribuye al ritmo del conjunto, remarcado por los dos tonos de la pintura.
Una escalera «a la catalana» con barandilla de hierro da acceso al primer piso, en el que está la sala noble, decorada con pinturas del repertorio neoclasicista: sobre un zócalo jaspeado, las paredes se ordenan en una serie de paneles rectangulares vacíos enmarcados por pilastras con cenefas y motivos geométricos y florales y medallones centrales con diversas alegorías.
El jardín ocupa el patio trasero, cerrado al estilo de los «hortus conclusus» de tradición clásica y mediterránea. Un estanque situado en la intersección de los dos paseos empedrados divide el conjunto en cuatro partes, alimentado por las acequias adosadas a los lados que rememoran los jardines interiores de inspiración árabe; parterres enmarcados por setos, árboles ornamentales de sombra -casuarinas, moreras, naranjos–, pérgolas laterales y tiestos con laureles, naranjos enanos y otros, forman un conjunto fresco y apacible, propio de los jardines valencianos de otros tiempos.
La sede del Consell Valencià de Cultura se encuentra en el barrio del Carme, antiguo arrabal intramuros de trazado típicamente morisco que forma parte de la Ciutat Vella: un laberinto de calles estrechas y tortuosas lleno de edificios de interés histórico.